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Madurar para dibujar mejor
Dibujar mucho no es el único factor que influye en el progreso de nuestras obras. El simple hecho de ir creciendo es determinante en el desarrollo de nuestros trabajos. A medida que pasan los años vamos aprendiendo, adquiriendo nuevas experiencias y conocimientos que moldean nuestra mente y nuestra forma de ver las cosas. Vamos completando nuestra comprensión y percepción del mundo. Y no solo nuestra percepción evoluciona, también lo hacen nuestras habilidades y nuestra precisión.Aquí podéis ver un ejemplo con estos dos dibujos realizados con gouache:
Los dos representan el mismo tigre pero el de la izquierda lo dibujé hace tres años mientras que el de abajo es más reciente, del año pasado. Durante todo el tiempo que transcurrió entre ambos ejercicios prácticamente no toqué las témperas, así que no es una simple cuestión de entrenamiento lo que ha determinado la evolución del primer al segundo tigre.
Por último un pequeño consejo: repetir de vez en cuando un ejercicio es un buen método para valorar nuestro progreso con los años. Y sí, lo reconozco, ¡me olvidé pintarle los bigotes!
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